2

Un nuevo genio alemán

Con 24 años, 3 meses y 6 días, cualquier joven de su edad estaría próximo a acabar una carrera de 5 años o empezando a trabajar, si es que las posibilidades laborales lo facilitan. El caso de Vettel no se aplica al supuesto anterior. Con la edad escrita justo al principio de este post, el alemán más rápido de la tierra en fechas actuales ha logrado su segundo título de campeón del mundo, lo que le convierte en el bicampeón más joven de la historia, superando el récord establecido por Alonso en 2006.

Muchos dirán, sobre todo en este país, que ha ganado por el simple hecho de llevar un Red Bull. Muy bien, ¿que culpa tendrá Vettel de pilotar una nueva obra maestra de Newey? Yo creo que ninguna, tiene ese privilegio y si os pica, a rascarse. LLevar el mejor coche no implica éxito inmediato, hay que trabajárselo y la temporada de Vettel tiene mucho más mérito del que se podría imaginar. Ha madurado de un año para otro, ha cometido muchísimos menos errores que en 2010, el único hasta la fecha es el de Canadá, lo que le costó la carrera en favor de Button en la última vuelta, y su pilotaje este año ha sido excepcional, venciendo hasta en circuitos nada favorables a su coche, como puede ser Monza, sin ir más lejos.
Parece que ha pasado mucho tiempo desde que un joven alemán de 19 añitos dio la sopresa al colocar su BMW en la primera posición en unos libres de Turquía. Por aquel entonces estábamos en 2006 y Vettel disputaba las F3 Euroseries, categoría en la que finalizó segundo tras Paul Di Resta. 2007 sería el año de su debut, lo haría de la forma que menos debería gustar a los pilotos, sustituyendo a un compañero tras un fuerte accidente. Salió séptimo y finalizó octavo siendo el piloto más joven en puntuar en su primera carrera.

Disputaría una sola carrera con BMW antes de pasar a sustituir a Scott Speed en Toro Rosso, llegando a liderar bajo la lluvia en Japón 2007, lo malo de ese fin de semana fue su accidente con Webber cuando rodaba tercero, quedando ambos pilotos fuera de carrera. Casualidades del destino, a partir de 2009 compartirían equipo. 2008 no empezó demasiado bien para Seb, entre accidentes y problemas mecánicos no consiguió acabar hasta Turquía, último pero acabó. En Mónaco de ese mismo año consiguió acabar quinto tras salir decimonoveno, en una carrera en condiciones de mojado. Según avanzaba la temporada, Vettel se dejaba ver en las posiciones de zona media-delantera de la parrilla y era casi normal verlo en los puntos. Su paso a la escudería mayor estaba más que garantizado con la retirada de Coulthard. Pero lo mejor estaba por llegar en el tramo final de 2008.

En Spa finalizó quinto y se empezaba a hablar del papel que podrían desempeñar los Toro Rosso en Monza. Un chasis made in Newey más un motor Ferrari era un buen aliciente para ese fin de semana. Para empezar se quedó con la pole en una sesión de calificación marcada por la lluvia en la que los grandes naufragaron y solo Kovalainen pudo hacer algo. Sería la pole más joven de la historia. No todo iba a quedarse en una simple pole en Monza, faltaba el plato fuerte, conseguir ganar la carrera, la victoria más joven de la historia, la primera carrera de Toro Rosso, nacida de las cenizas de Minardi, además en Italia. Mejor imposible.
En 2009 saltaría a Red Bull, su inicio de temporada no sería positivo, con dos ceros en dos carreras. Su primera victoria llegaría en China bajo la lluvia. Empezaría a ser habitual verlo en los puntos hasta el punto de ser uno de los candidatos al título, junto a su compañero Mark Webber y ambos pilotos de Brawn. En ese año la fiabiliadad de su coche le dejaría fuera de combate en más de una carrera. Aún así, consiguió ser segundo en la clasificación final.

2010 sería el año de su consagración, no exenta de complicaciones, pues la única vez que lideró el campeonato fue en la última carrera del mismo. En las primeras carreras, la fiabilidad volvía a ser el principal problema del RB6. No sería hasta Malasia cuando logró su primera victoria. En la primera fase del mundial tuvo que ver como Webber estaba haciendo un gran inicio de año, pasando a ser más un rival que un compañero de equipo. El crashgate de Turquía es de sobra conocido por todos y me atrevería a decir que ese fue el punto de inflexión de Vettel en su lucha por el mundial. Un mundial que ganó a pesar de problemas de fiabilidad, Corea, o errores de pilotaje, Bélgica, pero el gran final de 2010 ganando todas las carreras desde Japón a Abu Dhabi, exceptuando la de Corea por aquella rotura de motor, le hicieron un dignísimo campeón del mundo. Siempre habrá alguno que no recuerde su gran cierre de 2010.
Este año, su dominio ha sido abrumador, apestaba a campeón del mundo desde la primera carrera y a pesar de las chapuzas de la FIA con los mapas motor y los escapes sopladores, Sebastian ha sabido como hacer frente a todas las situaciones a las que se ha encontrado, ha minimizado pérdidas cuando era necesario, como en Nürburgring acabando en cuarta posición, peor posición hasta la fecha. Llegados a este punto, solo puedo felicitar al campeón, al nuevo genio alemán. Un justo, digno y merecidísimo campeón del mundo.

Imagen   F1Fanatic
Imagen   FormulaF1.es
Imagen   TheF1Valencia.com

2 comentarios, ¡anímate a comentar!

J. Arce dijo...

Como con todos habrá que esperar unos años para ver en qué se convierte. De Alonso se decía lo mismo, incluso que sus títulos eran gracias a Michelin. Eso sí, este tío en más normal que Alonso o Schumacher.


Dani dijo...

@J. Arce tanto como decir que era por los Michelin me parece exagerar un poco, pero ya se sabe, hay que buscarle tres pies al gato. De Vettel me espero que siga siendo el piloto a batir, no sé si de forma tan abrumadora como este año, pero es seguro que seguirá dando batalla.


Publicar un comentario